Las dunas de arena, el intenso calor, el motor dañado, no
fueron obstáculos para que el motociclista boliviano Juan Carlos “Chavo” Salvatierra
llegase a la meta en Pisco en una posición incómoda (155 en la etapa y 140 en
la general), pero que le da más ganas para seguir luchando y escalando como lo
hizo el año pasado cuando fue 149 en la segunda etapa y remontó hasta ser 31 en
la general.
Fue una dura jornada para muchos de los corredores del
Dakar, Salvatierra partió en la casilla 36 y en determinada parte de la competencia
iba por delante del francés Ciryl Despress (actual campeón del Dakar).
Al cruzar el primer punto de control, el boliviano se
situó 37, en el segundo punto subió al 34, hizo una excelente labor hasta
llegar al tercer punto de control donde estuvo entre los 14 mejores corredores.
Fue en ese instante en que el motor de la motocicleta de Salvatierra empezó a
fallar.
En medio del desierto y sin ningún auxilio a su lado, el
corredor nacional hizo todo lo posible para arreglar el encendido del motor,
pasó cerca a una hora y media tratando de poner a punto su vehículo y fue la
ayuda del piloto peruano Eduardo Heinrich lo que posibilitó a que el “Chavo”
siga en competencia.
“Por primera vez cambié una bobina en medio del desierto
con herramientas limitadas. Gracias a mi compañero de equipo Eduardo Heinrich
por parar y ayudarme y darme la bobina de repuesto para poder reparar la moto”,
escribió Salvatierra en su cuenta de twitter.
Tras arreglar el desperfecto, el corredor boliviano alcanzó
el cuarto punto de control en el puesto 161 y en la meta llegó como 155 con un
tiempo de cuatro horas, 25 minutos y 22 segundos, a 01h42’51’’ del ganador de
la etapa, el español Joan Barreda.
Con este resultado, Salvatierra se sitúa en el sitial 140
de la clasificación general con 05 horas, 10 minutos y 07 segundos.
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